Viajar...

"Viajar te deja sin palabras y después te convierte en un narrador de historias" Ibn Battuta

La vida es nuestro Gran Viaje: comer fuera de casa, ir de paseo por un parque, descubrir un rincón desconocido, divertirnos en un río o atravesar el Atlántico, todo forma parte de nuestra gran experiencia.

"¡Ah, los lugares a los que irás!" Dr. Seuss





jueves, 24 de septiembre de 2020

Los 10 mejores tips para visitar China con niños

 



Cuando te conviertes en padre/madre, empiezas a escuchar algunos comentarios recurrentes: “Con niños la vida te cambia por completo” “Con niños ya no podrás viajar”.


Decidimos ir a China cuando las niñas tenían 6 y 8 años. Así que rápidamente la gente nos decía “¿Pero cómo vais a llevar a esas pequeñas a un viaje tan largo?”. Y cuando les decíamos que además iríamos por libre (porque cuando tienes niños es mucho más cómodo ir a tu ritmo sin tener que adaptarte a horarios de grupos y excursiones), los comentarios estaban aún más cargados de preocupación y asombro: “Esas niñas se van a aburrir en China” “No encontrarás nada que les guste para darles de comer” “¿Cómo vais a moveros por un país tan grande con un par de pequeñas?”.


Diversión en Beijing.


Pues, cuando tienes alma de Trotarincones, sabes que siempre hay maneras de incluir a los pequeños en tus aventuras. Lo principal y muy importante es una buena planificación. Buscar actividades que puedan despertar en los niños la curiosidad por descubrir cosas y por encontrar diversión allí donde vayan.


Aventura en el Zoo.

 

Lo segundo que debemos hacer es quitarnos el miedo. Esto podemos conseguirlo tomando medidas comunes a cualquier destino, como contratar siempre un buen seguro de asistencia en viajes, preparar un kit con medicinas básicas (analgésicos, antialérgicos…), preparar el equipaje con ropa y calzado cómodo, llevar snacks y libros de pintar para los viajes en avión, buscar alojamientos recomendados para familias… De esta manera, podemos acabar disfrutando de viajes inolvidables compartiendo momentos únicos junto a los pequeños de la casa.

 

Descubre lugares increíbles.

 

Nuestro viaje a China fue algo mágico. Descubrimos que muchas de las ideas que tenemos de ese gigante asiático cuando lo miramos desde afuera, son erróneas y que definitivamente cuenta con muchísimas opciones para recorrerlo con niños. Aquí te dejo algunos consejos:

1. Visita la Muralla China entrando por Mutianyu. No es un tramo tan popular como Badaling, así que podrás disfrutar de un entorno menos abarrotado de turistas. Es uno de los recorridos más originales porque puedes hacer la subida en telesilla, observando los paisajes desde una altura de vértigo, y la bajada a través de un largo tobogán (unos 6 minutos) subido a una especie de vagón en el que sentirás que estás en una montaña rusa. Toda una experiencia para los niños, que además pueden sentir que conducen el carro.


Entrada a la Gran Muralla por Mutianyu.

2. Lleva snacks por si no encuentras comida adecuada para niños más pequeños o mientras haces el recorrido de reconocimiento del lugar para encontrar alimentos para ellos. En las ciudades más turísticas, encontrarás franquicias de comidas conocidas como McDonalds, pero en las ciudades del interior será más difícil.


Oreo china.


3. Si vas en invierno, lleva buen abrigo porque las temperaturas suelen ser bastante bajas. También puedes comprar un termo para agua caliente (en casi cualquier parte encontrarás filtros de agua caliente) que te servirá para preparar té, chocolate o sopas instantáneas donde sea que estés. Esta es una costumbre en China y no es raro ver que todos llevan un termo consigo.


Los mejores termos para el Té.


4. En todo momento debes tener a los pequeños a la vista, no porque sea un destino inseguro, sino porque son demasiados habitantes y turistas y generalmente está todo muy congestionado, sobre todo en las grandes ciudades. Si son más pequeñines, una buena alternativa son los canguros que te dan la libertad de utilizar las manos mientras los llevas pegados a ti.



Caminando por los Hutong.


5. Prueba los platos antes de darlo a los niños. Cuando pidas alguna comida, primero pruébala tú antes de darla al pequeño porque en China suelen cocinar con picante o con especias que pueden resultar fuertes para los niños. En la mayoría de restaurantes encontrarás noodles que suelen ser la mejor opción para los niños.


Una dulce merienda.


6. Dedica un día a visitar el Zoológico de Beijing. Es inmenso y encontrarás una gran variedad de especies animales. Los niños se divertirán. Eso si, llegarán agotados al hotel porque es realmente grande y tienen muchísimo espacio para recorrer.


Zoo de Beijing.


7. Disfruta como niño con las figuras de cómics. Si caminas por las calles comerciales, encontrarás infinidad de figuras de personajes conocidos y de animación, de todos los tamaños. Deja que los niños se hagan fotos con sus muñecos favoritos mientras pasean por la ciudad.


Con uno de los Minions.


8. Convierte el hacer pis en una aventura. No te sorprendas si te cuesta conseguir un váter, porque incluso en las zonas turísticas es común que los servicios sean letrinas. Unas mucho más modernas que otras, pero en muy pocos lugares conseguirás los váter de occidente. En cualquier caso, disfruta la aventura de ir al servicio con niños porque será algo totalmente nuevo para grandes y pequeños.


Una manera diferente para hacer pis.


9. Viaja en Tren. Si vas a visitar más de una ciudad, vive la experiencia de trasladarte en tren. Cuando viajas con niños entre ciudades lejanas como Beijing y Shanghai, es mejor escoger un camarote para que puedan descansar. Tienes que fijarte que no sean compartidos para que no te toque viajar con desconocidos. Esta opción puede salirte un poco más cara, pero valdrá la pena porque tendrás un espacio exclusivo para el grupo familiar.



Tren en China.



10. Inmortaliza los momentos y atrévete a jugar. Cuando visites lugares turísticos/históricos como el Templo de los Guerreros de Terracota en Xi’An, El Palacio de Verano o el Templo del Cielo en Beijing, puedes motivar a los niños haciendo fotos y videos graciosos, pidiéndoles que encuentren las diferencias entre las estatuas o que busquen algo que les llame la atención para descubrirlo juntos.


La fotógrafa en el Palacio de Verano.


Las 5 Mejores cosas que hacer en Beijing

 

 

Forbidden City (Beijing)


Beijing, la capital del gigante asiático, es una ciudad que te sorprende. Puede que hayas visto su grandeza en fotos o en vídeos, pero nada, absolutamente nada, puede compararse a lo que sentirás cuando estés allí.

Aunque depende de en qué plan vayas (con niños, en pareja, en grupo o de mochilero), en Beijing encontrarás muchísimas cosas para hacer. De cualquier manera, hay 5 cosas que no puedes olvidar incluir en tu itinerario:

1. Visitar la Muralla China.

La Gran Muralla China (Beijing)


Es uno de los puntos turísticos más famosos de la ciudad. Pararte en uno de los miradores más altos y ver como el camino de piedra se pierde en el infinito es algo que sin duda vale la pena contemplar. Habrás escuchado alguna vez que es un lugar que se puede ver desde el espacio. Aunque eso no puedo asegurarlo, lo que si te puedo decir es que es sencillamente increible.

Para llegar allí, debes escoger cuál camino se adapta mejor a ti y a tu viaje:

BADALING: tienes la opción de subir de la manera más popular, por Badaling, que está a unos 80km de Beijing y es uno de los tramos mejor conservados de la muralla, además de ser uno de los más cómodos para andar por el buen estado del camino.

- SIMATAI: también puedes hacerlo por la ruta menos transitada, Simatai, que es la más lejana (unos 140 km) desde Beijin, pero esta requiere que tengas muy buenas condiciones físicas porque hay tramos que tienen grandes desniveles, además de estar prácticamente en estado original.

- MUTIANYU: es otra opción que está a unos 70 km de Beijing y es una de las preferidas cuando viajas en familia. Siempre que tu condición física te lo permita, puedes hacer el recorrido andando, pero si prefieres podrías subir y bajar en telesilla mientras admiras el paisaje desde lo más alto. Para agregar un poco de diversión, puedes escoger descender por un tobogán larguísimo (el trayecto dura entre 5 y 6 minutos) donde no sólo disfrutarás atravesando las montañas, sino que sentirás que estás en una montaña rusa muy original.

- JINSHANLING: este tramo de la muralla es para los más aventureros. Está a 120 km de Beijing y te permite hacer trekking desde allí hasta Simatai (unos 10km de trekking). Puedes subir en teleférico, hacer el trekking hasta Simatai y bajar en tirolina hasta el lago Mandarin Duck.


2. Comer en un restaurante típico.

El Té acompaña todas las comidas.

Esto es de lo primero que tienes que hacer al llegar a Beijing. Descubrirás que el arroz tres delicias no es un plato típico de china (generalmente lo consumen blanco), que suelen comer bastantes verduras y vegetales y que si vas a comer pescados o mariscos te sentirás en una tienda de mascotas escogiendo cuál será tu menú desde unas peceras que adornan los restaurantes más concurridos.

Es verdad que hay para todos los gustos, pero no puedo dejar de recomendarte probar lo que más me gustó:

- Pato laqueado: es un platillo que tiene mucha demanda en Beijing, así que es recomendable escoger el restaurante y reservar mesa con antelación para que no pierdas la oportunidad de saborear una de las comidas más populares. Un buen lugar para comer el pato al estilo pekinés es Li qun Roast Duck, donde el Menú Tradicional para dos personas que incluye aperitivos y el pato entero te saldrá en menos de 60 dólares.

- Dumplings: son una especie de panecillos fritos con relleno variado (los de gambas son de los más ricos) y generalmente vienen acompañados de unas sopas con vegetales y noodles. Un buen lugar para comerlos es una cadena de comida rápida llamada Yang's Dumplings, donde mientras esperas a que te sirvan la comida, puedes ver como te los preparan a través de losventanales de cristal que dan hacia la cocina.

 

3. Pasar una tarde en el Palacio de Verano


En invierno el lago puede estar congelado.


Este recinto, conformado por un conjunto de palacios, templos, lagos y jardines era el lugar de veraneo de emperadores y emperatrices de las dinastías Ming y Qing.

Necesitarás como mínimo 4 o 5 horas para recorrer cada uno de sus rincones. Para acceder a este Palacio de Verano, puedes hacerlo por su puerta principal, Donggongmen, o por Beigongmen que es la otra entrada, cada una a un extremo del lago.

Entre las edificaciones más llamativas encontrarás el Templo del Mar de la Sabiduría, que podrás ver en lo más alto de la Colina de la Longevidad, la Pagoda del Incienso del Buda que se puede ver desde casi cualquier punto del recinto, la Gran Galería que es un pasillo de728 metros de largo decorado en madera tallada y pinturas, el barco de mármol en cuyos alrededores puedes dar un paseo en bote (sólo durante los meses de verano).


4. Desafiar tu paladar en la calle Wangfujing


Puestos de comida en la calle Wangfujing.


Si te gusta hacer cosas diferentes, no dejes de dar un paseo por una de las calles más conocidas de Beijing, donde podrás comer los bocados más excéntricos que puedas imaginar. Sabrás de inmediato cuando hayas llegado a esta concurrida calle, no solo por el arco de bienvenida, sino por el olor a frituras que deja impregnado todos los alrededores. Allí podrás comer desde escorpiones o cucarachas hasta estrellas de mar cocinados al momento.

Aunque internacionalmente se piensa que este es el tipo de comida popular en Beijing, la realidad es que es más un atractivo para los turistas, pues no ves a los pekineses comiendo esos bocados exóticos.


5. Admirar la inmensidad de la Plaza de Tian’AnMen

Plaza Tian’AnMen.


Te habrán dicho que la plaza Tian’AnMen, uno de los íconos de China, es un lugar inmenso. Pues es más que eso. Es la plaza más grande del mundo. Cuando llegas a la plaza, las esquinas se pierden de vista. Sientes que eres una hormiga en un campo de cemento.

En la zona norte de la plaza encontrarás la Puerta de Tian’AnMen desde donde Mao Zedong proclamó la República Popular de China en 1949 y a través de la cual tienes acceso a la Ciudad Prohibida.

En el centro de la plaza encontrarás el Mausoleo de Mao Zedong, donde están sus restos. Multitud de chinos hacen fila para ver el cuerpo embalsamado del fundador de la República Popular China, hacer reverencias y entregar ofrendas como muestra de respeto hacia quien fuera su antiguo líder.

 

viernes, 11 de noviembre de 2016

Bitácora de ocho días en las aguas turquesa de la Riviera Maya

Con la llegada del frío, muchos buscamos un escape hacia los rincones amados por el sol y, mejor aún si vienen envueltos por un ambiente tropical como el Caribe. Hay quienes piensan que el Caribe está más enfocado a la gente joven que busca fiesta, pero la realidad es que es un destino que tiene mucho que ofrecer a todo tipo de viajero. Nosotros, nos fuimos a Riviera Maya con nuestras dos niñas y tanto ellas como nosotros nos quedamos encantados. Eso sí, es importante seleccionar bien el hotel para asegurarte de que todos puedan disfrutar de unos días inolvidables.

Cuando decidimos ir al Caribe, tuvimos que decidir entre México o República Dominicana y nos decantamos por la Riviera Maya porque, viajando con niñas, vimos que podía ser un lugar ideal para que cada uno encontrara su manera de divertirse y, al mismo tiempo, descubrir escenarios culturales e históricos interesantes.

Así, nos fuimos a la tierra del Tequila, el Mariachi y el Chile.

Día 1: De España a Cancún
Entre España y Cancún el vuelo demora unas 9 horas, pero realmente no se hacen pesadas porque los horarios suelen ser bastante cómodos y los aviones están acondicionados para el confort de los pasajeros (claro que esto también depende mucho de la línea aérea con la que vueles; en nuestro caso fue Air Europa y aunque el avión no es de los más modernos, es bastante cómodo). Si viajas con niños, mi recomendación es que lleves algún libro de pintar, una tablet con algunas pelis y algunos juegos que puedan entretener a los chicos durante el vuelo.

Trotarincones con destino: Cancún

Al llegar al Aeropuerto Internacional de Cancún, nos estaba esperando el traslado que nos llevaría hasta nuestro hotel: el Grand Bahía Príncipe Riviera Maya Resort. Es un complejo que está conformado por 4 hoteles: Coba, que es ideal para ir con familias, pues las habitaciones son todas Junior Suites y dispone de un parque acuático para los niños; Tulum, que es tanto para parejas como para familias y dispone de habitaciones estándar y de Suites; y los dos un poco más lujosos que son el Luxury Akumal y el Luxury Sian Ka’An, este último una especie de townhouses privados con un ambiente de lujo total.
Nosotros nos alojamos en el Coba. Nos dieron una habitación muy cercana al parque acuático y al Mini Club de los “Bahía Scouts”, que es un estupendo Mini Club donde los niños se divierten sin parar mientras los padres podemos aprovechar unos momentos de tiempo libre para disfrutar en pareja…

Habitaciones del Grand Bahía Príncipe Cobá

Llegamos un sábado al final de la tarde. Después de hacer el check in en el hotel y descansar un poco del viaje, nos fuimos a cenar al restaurante principal del Hotel Coba que se llama Kukulcan. Este restaurante buffet cuenta con diversos sectores donde ofrecen platos típicos de diferentes países. Mi sección favorita, sin duda, la mexicana. Los chilaquiles me atraparon y desde ese día se hicieron unos de mis favoritos.

Chilaquiles con queso y plátano frito… 

La distribución del Kukulcan es bastante cómoda, con una gran variedad, calidad y excelente presentación. Disponen también de un buffet para los niños, diseñado a su altura para que cada uno pueda servirse lo que le apetezca comer. La sección de postres es una tentación total.

Dulce Tentación

Después de la cena, podías sentarte en el bar de la piscina que está abierto 24 horas o disfrutar de la música en vivo en el bar del lobby o de la plaza principal del hotel. Nosotros, que estábamos un poco cansados del viaje,  nos fuimos a dar un paseo por las instalaciones del hotel y luego a la habitación a descansar.

Habitación del Grand Bahía Príncipe Cobá

Te recomiendo que apenas llegues hagas la reserva de las 3 cenas a la carta que tienes incluido en el paquete cuando vas a estar más de 6 noches porque suele haber gran cantidad de reservaciones y puedes quedarte sin el restaurante que quieres. Nosotros queríamos el Restaurante La Gran Tortuga donde yo había estado la vez anterior, pero ya no había disponibilidad, así que hicimos reserva en los restaurantes Frutos del Mar, Mikado y Dolce Vita.

Día 2: Encuentro con las instalaciones del hotel
Nos levantamos pronto y desayunamos en el Kukulcan. Igual que para la cena, en el desayuno dispones de una gran variedad de comidas, desde bollería y panes de diferentes tipos, cereales, frutas, tortillas, comida mexicana preparada al momento (burritos, tamales, enchiladas, chilaquiles…).

Primer amanecer en México.

Después del desayuno, el hotel te pide que asistas a una reunión donde te ofrecerán las excursiones disponibles por si te apetece contratar alguna (las puedes llevar contratadas desde España o las contratas directamente en destino). Yo ya había estado en Chichén Itza anteriormente así que esta vez decidimos coger la excursión de las ruinas mayas de Coba y Tulum. Al salir de la reunión nos dispusimos a descansar todo el día primero en una de las piscinas, luego en la otra que tenía el parque acuático para las niñas y, después de comer en el restaurante de la piscina (al aire libre) nos fuimos a la playa del Tulum.


Parque Acuático del Grand Bahía Príncipe Coba – Riviera Maya

El Coba no tiene playa propia sino que debes utilizar la del Tulum o el Akumal, a las cuales puedes ir andando o en los tenecitos que van haciendo recorrido por todas las instalaciones del complejo. 

Tren gratuito para desplazarte por el Complejo.
Arena fina, aguas turquesa y un clima perfecto…

Playa del Gran Bahía Príncipe Tulum

Día 3: A Playa del Carmen en coche de alquiler
Nos levantamos muy pronto. Desayunamos y alquilamos un coche para ir hasta Playa del Carmen.

Empezando el día con energía…

Nuestro coche de alquiler en la Riviera Maya…

Paseamos por la 5ta Avenida y recorrimos el paseo turístico que está muy bonito pero también bastante masificado.

Tequila y más tequila…

Hay muchas tiendas para comprar souvenirs, pero yo recomendaría hacer las compras en el Mercado 28 de Cancún que suele tener mejores precios y es un poco más autóctono. En Playa del Carmen te puede resultar un poco agobiante que los vendedores te aborden para convencerte de que entres a sus tiendas.

Bahía de Playa del Carmen

Una de las cosas que más me gustó (y me refrescó porque entre el calor y la humedad que hay sientes que vas a desmayar) es que mientras vas andando puedes comprar fruta fresca recién cortada. Desde piña o sandía hasta una fruta que en Venezuela llaman “Mamón” y que en México la sirven con chile en polvo. La combinación de sabores entre lo ácido, dulce y picante es fabulosa.

Fruta tropical con chile picante…

Día 4: Nadando con Delfines
El complejo tiene un Delfinario dentro del propio hotel. Contratar esta aventura fue una experiencia mágica que las niñas disfrutaron muchísimo. Estuvimos allí toda la mañana jugando con los delfines y nos hicieron unas fotos y videos hermosos. Hay diferentes planes para que puedas escoger entre sólo interactuar con los delfines o dejarte llevar por ellos en la piscina.

Alex dejándose llevar por dos delfines…

Val nadando con un hermoso delfín…

Vic acariciando al delfín…

Al salir de allí fuimos a comer en el restaurante Yucatán. Muy parecido al Kukulcan pero con vista al mar. Es excelente tanto en calidad como en variedad. Las niñas querían ir a conocer el Mini Club, así que las niñas se quedaron allí jugando y haciendo amigos mientras nosotros dábamos un paseo por el hotel como de “HoneyMooners”

Mini Club Bahía Scouts

Llegamos a una zona exclusivamente para adultos, donde hay unos jacuzzis relajantes. Nos metimos en el Jacuzzi Bar La Iguana y disfrutamos una tarde maravillosa de relax total.

Amor bajo el cielo Maya

Por la noche, disfrutamos un espectáculo de magia con “Sebastián, el Mago” en la piscina principal del hotel orientado hacia la diversión de los más pequeños y posteriormente disfrutamos de un Show Party con algunas acrobacias que nos mantuvieron entretenidos por un buen rato.

Pool Party en el Grand Bahía Príncipe Riviera Maya

En contacto con la Magia de “Sebastián El Mago”

Magia para Niños en Grand Bahía Príncipe Riviera Maya
Para cenar, teníamos reservado el Rest. Frutos del Mar. Nos dieron como aperitivo una bebida llamada Salto Ángel que era una mezcla entre dulce y ácido. Pedí Sopa Siete Chiles (no picaba tanto como imaginaba, pero estaba muy buena) y Pollo al Camembert. Ale pidió una Parrilla de Mariscos y las niñas dedos de pescado. La comida estaba muy buena, lo único no tan bueno es que el servicio tardó muchísimo en traernos la comida, con lo cual estuvimos casi una hora y media esperando la cena y como habíamos estado todo el día entre playas y piscinas las niñas estaban agotadas.

Val casi dormida en el Restaurante Frutos del Mar.

Vic no aguantó la espera y cayó rendida en el Rest. Frutos del Mar.

Día 5: Excursión a Cobá y Tulúm
Salimos muy pronto porque teníamos la excursión a Cobá y Tulum. Nos buscaron en el hotel y nos llevaron a la zona arqueológica de Tulum. Nos dieron unos minutos para darnos un baño refrescante en la playa de Tulum, lo cual se agradece porque hacía bastante calor.

Las Trotarincones explorando Tulúm


Un refrescante baño en la playa de Tulúm

Al salir de allí fuimos a Coba, una especie de jungla en la que debes atravesar un camino que te lleva hasta la base de la pirámide de Coba, que es una de las pocas donde aún permiten subir hasta la cima. 

Subiendo a las Ruinas Mayas de Cobá

A las niñas las subimos a un carrito-bici para que no se cansaran demasiado ya que el trayecto que había que caminar era largo y hacía muchísimo calor.

Una especie de “Tuc-Tuc” mexicano…

Los Trotarincones en la pirámide Maya de Cobá.

Ale en la cima de Coba, con la selva detrás.

Lo que no nos gustó de esa excursión: nos pasearon por un Cenote al que llegamos después de atravesar un supuesto “poblado Maya” que no era real. Estaba todo como montado en un escenario. La supuesta cocinera maya que nos presentaron allí y que nos mostró donde aparentemente vivía, era una señora que luego vimos salir vestida con vaquero y camiseta para coger el bus hacia la ciudad. No nos gustó que el guía nos engañara contándonos historias que no son ciertas. La comida venía incluida en la excursión y nos llevaron a un restaurante “típico”, pero en realidad no nos gustó nada. Parecía un chiringuito de carretera de esas donde se paran los camiones. El menú era buffet pero sólo había carne, patatas, tortilla, pollo, arroz y una ensalada que no tenía buen aspecto. Ni siquiera las niñas querían comer porque la comida no se veía apetecible. Al salir de allí nos llevaron a un mercado artesanal pero era de los típicos mercados hechos sólo para turistas donde los precios de lo que venden son tres veces más de lo que cuesta en cualquier otra parte. Y nos hicieron perder allí un montón de tiempo tratando de que compráramos. Yo había estado en el Mercado 28 de Cancún y la verdad estaba muchísimo mejor para hacer las compras de souvenirs.

Representación de un poblado Maya…

Cenote Maya cerca de las ruinas de Cobá

A pesar de que esta excursión no la recomiendo ya que el guía solo estaba preparado para comercializar los productos del mercado de artesanías, y el cenote no era encantador como otros que hemos visitado antes, pues parecía más bien un riachuelo en medio de un terreno baldío, nosotros igual nos divertimos muchísimo y disfrutamos conociendo rincones encantadores... En los viajes es importante que el guía sea bueno para que el recuerdo de los lugares visitados no se centren en su deficiente desempeño.  

Al volver al hotel disfrutamos de una Fiesta / Party Time con bailes en el bar principal del hotel. Si una cosa hay que resaltar de la cadena Bahía Príncipe es su animación. Se esmeran en que los huéspedes se diviertan, disfruten y desconecten mientras estén en sus instalaciones.

Shows nocturnos en el Grand Bahía Príncipe Riviera Maya

Alex, con cara de no disfrutar mucho 

Día 6: HoneyMooners y Cena con Tepanyaki
Una vez que las niñas conocieron el Bahía Scouts, querían estar allí todo el rato, así que las dejamos para que pasaran el día allí con sus amigos. Las llevaron a hacer snorkeling en la playa y a interactuar con la fauna caribeña como iguanas, tucanes y otros. Ale y yo aprovechamos para relajarnos en la playa del Akumal y comimos en el restaurante del Akumal como dos recién casados.

Nuestros momentos de diversión en pareja…

Una comida romántica, vista al mar…

A media tarde, un Capuchino siempre viene bien.

Por la noche, teníamos reservada la cena en el Mikado, restaurante japonés con show cooking muy entretenido. Lo mejor de todo: el postre que era una Tempura de Helado de Chocolate.


Restaurante Japonés del Grand Bahía Príncipe Riviera Maya

Día 7: Birthday Party de Monkey y Cena en Dolce Vita
Disfrutamos una mañana de playa en familia en la playita del Akumal. Por la tarde fuimos a la Birthday Party de Monkey donde les hicieron piñata y tarta a los niños para celebrar el cumpleaños de una de las mascotas del Mini Club.

Birthday Party de Monkey

Estuvimos en la piscina cercana al parque acuático y disfrutamos del restaurante Oasis que es el de la piscina. Teníamos unas mascotas que están por todo el Complejo y que a Val le asustaban porque cada vez que se descuidaba le robaban la comida…

Animalillos graciosos y juguetones…

La cena, la reservamos en el Dolce Vita. La comida estaba genial (yo pedí Pollo al Tartufo y Ale y las niñas Lasanga), pero nuevamente el horario no nos ayudó y la pobre Victoria se quedó dormida sobre el plato.

Restaurante Dolce Vita 

Día 8: Aprovechando al máximo el último día
Como había que aprovechar el último día al máximo, nos fuimos un rato a la playa y luego a la piscina del Akumal, donde nos divertimos pidiendo algunas bebidas en el bar que tienen dentro de la piscina.

Mañana de ver las especies marinas…

Sirenas en la piscina…

Por la tarde fuimos al parque acuático para que las niñas disfrutaran antes de irnos. Comimos unos helados en la piscina y nos preparamos para irnos de regreso a España.

Lamentablemente nada es para siempre, pero cuando se disfruta de lo bueno siempre nos quedará el magnífico recuerdo y las ganas de repetir las experiencias…