Probar comidas diferentes, visitar ciudades medievales, pisar tierras desconocidas... Recorrer los rincones del planeta siempre está en mi lista, porque todo lo que descubro en los pequeños detalles, alimenta mi alma y me convierte en ciudadana del mundo...
“Viajar es más que ver lo que hay para ver; es iniciar un cambio en nuestras ideas sobre lo que es vivir que continúa en nosotros de manera profunda y permanente”. – Miriam Beard
Viajar...
"Viajar te deja sin palabras y después te convierte en un narrador de historias" Ibn Battuta
La vida es nuestro Gran Viaje: comer fuera de casa, ir de paseo por un parque, descubrir un rincón desconocido, divertirnos en un río o atravesar el Atlántico, todo forma parte de nuestra gran experiencia.
Con la llegada del frío, muchos buscamos un escape
hacia los rincones amados por el sol y, mejor aún si vienen envueltos por un ambiente
tropical como el Caribe. Hay quienes piensan que el Caribe está más enfocado a
la gente joven que busca fiesta, pero la realidad es que es un destino que
tiene mucho que ofrecer a todo tipo de viajero. Nosotros, nos fuimos a Riviera
Maya con nuestras dos niñas y tanto ellas como nosotros nos quedamos
encantados. Eso sí, es importante seleccionar bien el hotel para asegurarte de
que todos puedan disfrutar de unos días inolvidables.
Cuando decidimos ir al Caribe, tuvimos que decidir
entre México o República Dominicana y nos decantamos por la Riviera Maya
porque, viajando con niñas, vimos que podía ser un lugar ideal para que cada
uno encontrara su manera de divertirse y, al mismo tiempo, descubrir escenarios
culturales e históricos interesantes.
Así, nos fuimos a la tierra del Tequila, el
Mariachi y el Chile.
Día 1: De
España a Cancún
Entre España y Cancún el vuelo demora unas 9 horas,
pero realmente no se hacen pesadas porque los horarios suelen ser bastante
cómodos y los aviones están acondicionados para el confort de los pasajeros
(claro que esto también depende mucho de la línea aérea con la que vueles; en
nuestro caso fue Air Europa y aunque el avión no es de los más modernos, es
bastante cómodo). Si viajas con niños, mi recomendación es que lleves algún
libro de pintar, una tablet con algunas pelis y algunos juegos que puedan
entretener a los chicos durante el vuelo.
Trotarincones con destino: Cancún
Al llegar al Aeropuerto Internacional de Cancún,
nos estaba esperando el traslado que nos llevaría hasta nuestro hotel: el Grand
Bahía Príncipe Riviera Maya Resort. Es un complejo que está conformado por 4
hoteles: Coba, que es ideal para ir con familias, pues las habitaciones son
todas Junior Suites y dispone de un parque acuático para los niños; Tulum, que
es tanto para parejas como para familias y dispone de habitaciones estándar y
de Suites; y los dos un poco más lujosos que son el Luxury Akumal y el Luxury
Sian Ka’An, este último una especie de townhouses privados con un ambiente de
lujo total.
Nosotros nos alojamos en el Coba. Nos dieron una
habitación muy cercana al parque acuático y al Mini Club de los “Bahía Scouts”,
que es un estupendo Mini Club donde los niños se divierten sin parar mientras los
padres podemos aprovechar unos momentos de tiempo libre para disfrutar en
pareja…
Habitaciones del Grand Bahía Príncipe Cobá
Llegamos un sábado al final de la tarde. Después de
hacer el check in en el hotel y descansar un poco del viaje, nos fuimos a cenar
al restaurante principal del Hotel Coba que se llama Kukulcan. Este restaurante
buffet cuenta con diversos sectores donde ofrecen platos típicos de diferentes
países. Mi sección favorita, sin duda, la mexicana. Los chilaquiles me
atraparon y desde ese día se hicieron unos de mis favoritos.
Chilaquiles con queso y plátano frito…
La distribución del Kukulcan es bastante cómoda,
con una gran variedad, calidad y excelente presentación. Disponen también de un
buffet para los niños, diseñado a su altura para que cada uno pueda servirse lo
que le apetezca comer. La sección de postres es una tentación total.
Dulce Tentación
Después de la cena, podías sentarte en el bar de la
piscina que está abierto 24 horas o disfrutar de la música en vivo en el bar
del lobby o de la plaza principal del hotel. Nosotros, que estábamos un poco
cansados del viaje,nos fuimos a dar un
paseo por las instalaciones del hotel y luego a la habitación a descansar.
Habitación del Grand Bahía Príncipe Cobá
Te recomiendo que apenas llegues hagas la reserva
de las 3 cenas a la carta que tienes incluido en el paquete cuando vas a estar
más de 6 noches porque suele haber gran cantidad de reservaciones y puedes
quedarte sin el restaurante que quieres. Nosotros queríamos el Restaurante La
Gran Tortuga donde yo había estado la vez anterior, pero ya no había
disponibilidad, así que hicimos reserva en los restaurantes Frutos del Mar,
Mikado y Dolce Vita.
Día 2: Encuentro
con las instalaciones del hotel
Nos levantamos pronto y desayunamos en el Kukulcan.
Igual que para la cena, en el desayuno dispones de una gran variedad de
comidas, desde bollería y panes de diferentes tipos, cereales, frutas,
tortillas, comida mexicana preparada al momento (burritos, tamales, enchiladas,
chilaquiles…).
Primer amanecer en México.
Después del desayuno, el hotel te pide que asistas
a una reunión donde te ofrecerán las excursiones disponibles por si te apetece
contratar alguna (las puedes llevar contratadas desde España o las contratas
directamente en destino). Yo ya había estado en Chichén Itza anteriormente así
que esta vez decidimos coger la excursión de las ruinas mayas de Coba y Tulum.
Al salir de la reunión nos dispusimos a descansar todo el día primero en una de
las piscinas, luego en la otra que tenía el parque acuático para las niñas y,
después de comer en el restaurante de la piscina (al aire libre) nos fuimos a
la playa del Tulum.
Parque Acuático del Grand Bahía Príncipe Coba – Riviera Maya
El Coba no tiene playa propia sino que debes
utilizar la del Tulum o el Akumal, a las cuales puedes ir andando o en los
tenecitos que van haciendo recorrido por todas las instalaciones del
complejo.
Tren gratuito para desplazarte por el Complejo.
Arena fina, aguas turquesa y un clima perfecto…
Playa del Gran Bahía Príncipe Tulum
Día 3: A
Playa del Carmen en coche de alquiler
Nos levantamos muy pronto. Desayunamos y alquilamos
un coche para ir hasta Playa del Carmen.
Empezando el día con energía…
Nuestro coche de alquiler en la Riviera Maya…
Paseamos por la 5ta Avenida y recorrimos el paseo
turístico que está muy bonito pero también bastante masificado.
Tequila y más tequila…
Hay muchas tiendas para comprar souvenirs, pero yo
recomendaría hacer las compras en el Mercado 28 de Cancún que suele tener
mejores precios y es un poco más autóctono. En Playa del Carmen te puede
resultar un poco agobiante que los vendedores te aborden para convencerte de
que entres a sus tiendas.
Bahía de Playa del Carmen
Una de las cosas que más me gustó (y me refrescó
porque entre el calor y la humedad que hay sientes que vas a desmayar) es que
mientras vas andando puedes comprar fruta fresca recién cortada. Desde piña o
sandía hasta una fruta que en Venezuela llaman “Mamón” y que en México la
sirven con chile en polvo. La combinación de sabores entre lo ácido, dulce y
picante es fabulosa.
Fruta tropical con chile picante…
Día 4:
Nadando con Delfines
El complejo tiene un Delfinario dentro del propio
hotel. Contratar esta aventura fue una experiencia mágica que las niñas
disfrutaron muchísimo. Estuvimos allí toda la mañana jugando con los delfines y
nos hicieron unas fotos y videos hermosos. Hay diferentes planes para que
puedas escoger entre sólo interactuar con los delfines o dejarte llevar por
ellos en la piscina.
Alex dejándose llevar por dos delfines…
Val nadando con un hermoso delfín…
Vic acariciando al delfín…
Al salir de allí fuimos a comer en el restaurante
Yucatán. Muy parecido al Kukulcan pero con vista al mar. Es excelente tanto en
calidad como en variedad. Las niñas querían ir a conocer el Mini Club, así que
las niñas se quedaron allí jugando y haciendo amigos mientras nosotros dábamos
un paseo por el hotel como de “HoneyMooners”
Mini Club Bahía Scouts
Llegamos a una zona exclusivamente para adultos,
donde hay unos jacuzzis relajantes. Nos metimos en el Jacuzzi Bar La Iguana y
disfrutamos una tarde maravillosa de relax total.
Amor bajo el cielo Maya
Por la noche, disfrutamos un espectáculo de magia
con “Sebastián, el Mago” en la piscina principal del hotel orientado hacia la
diversión de los más pequeños y posteriormente disfrutamos de un Show Party con
algunas acrobacias que nos mantuvieron entretenidos por un buen rato.
Pool Party en el Grand Bahía Príncipe Riviera Maya
En contacto con la Magia de “Sebastián El Mago”
Magia para Niños en Grand Bahía Príncipe Riviera Maya
Para cenar, teníamos reservado el Rest. Frutos del
Mar. Nos dieron como aperitivo una bebida llamada Salto Ángel que era una
mezcla entre dulce y ácido. Pedí Sopa Siete Chiles (no picaba tanto como imaginaba,
pero estaba muy buena) y Pollo al Camembert. Ale pidió una Parrilla de Mariscos
y las niñas dedos de pescado. La comida estaba muy buena, lo único no tan bueno
es que el servicio tardó muchísimo en traernos la comida, con lo cual estuvimos
casi una hora y media esperando la cena y como habíamos estado todo el día
entre playas y piscinas las niñas estaban agotadas.
Val casi dormida en el Restaurante Frutos del Mar.
Vic no aguantó la espera y cayó rendida en el Rest. Frutos del Mar.
Día 5: Excursión
a Cobá y Tulúm
Salimos muy pronto porque teníamos la excursión a
Cobá y Tulum. Nos buscaron en el hotel y nos llevaron a la zona arqueológica de
Tulum. Nos dieron unos minutos para darnos un baño refrescante en la playa de
Tulum, lo cual se agradece porque hacía bastante calor.
Las Trotarincones explorando Tulúm
Un refrescante baño en la playa de Tulúm
Al salir de allí fuimos a Coba, una especie de
jungla en la que debes atravesar un camino que te lleva hasta la base de la
pirámide de Coba, que es una de las pocas donde aún permiten subir hasta la
cima.
Subiendo a las Ruinas Mayas de Cobá
A las niñas las subimos a un carrito-bici para que no se cansaran
demasiado ya que el trayecto que había que caminar era largo y hacía muchísimo
calor.
Una especie de “Tuc-Tuc” mexicano…
Los Trotarincones en la pirámide Maya de Cobá.
Ale en la cima de Coba, con la selva detrás.
Lo que no nos gustó de esa excursión: nos pasearon
por un Cenote al que llegamos después de atravesar un supuesto “poblado Maya”
que no era real. Estaba todo como montado en un escenario. La supuesta cocinera
maya que nos presentaron allí y que nos mostró donde aparentemente vivía, era
una señora que luego vimos salir vestida con vaquero y camiseta para coger el
bus hacia la ciudad. No nos gustó que el guía nos engañara contándonos
historias que no son ciertas. La comida venía incluida en la excursión y nos
llevaron a un restaurante “típico”, pero en realidad no nos gustó nada. Parecía
un chiringuito de carretera de esas donde se paran los camiones. El menú era buffet
pero sólo había carne, patatas, tortilla, pollo, arroz y una ensalada que no
tenía buen aspecto. Ni siquiera las niñas querían comer porque la comida no se
veía apetecible. Al salir de allí nos llevaron a un mercado artesanal pero era
de los típicos mercados hechos sólo para turistas donde los precios de lo que
venden son tres veces más de lo que cuesta en cualquier otra parte. Y nos
hicieron perder allí un montón de tiempo tratando de que compráramos. Yo había
estado en el Mercado 28 de Cancún y la verdad estaba muchísimo mejor para hacer
las compras de souvenirs.
Representación de un poblado Maya…
Cenote Maya cerca de las ruinas de Cobá
A pesar de que esta excursión no la recomiendo ya
que el guía solo estaba preparado para comercializar los productos del mercado
de artesanías, y el cenote no era encantador como otros que hemos visitado
antes, pues parecía más bien un riachuelo en medio de un terreno baldío,
nosotros igual nos divertimos muchísimo y disfrutamos conociendo rincones
encantadores... En los viajes es importante que el guía sea bueno para que el
recuerdo de los lugares visitados no se centren en su deficiente desempeño.
Al volver al hotel disfrutamos de una Fiesta /
Party Time con bailes en el bar principal del hotel. Si una cosa hay que
resaltar de la cadena Bahía Príncipe es su animación. Se esmeran en que los
huéspedes se diviertan, disfruten y desconecten mientras estén en sus
instalaciones.
Shows nocturnos en el Grand Bahía Príncipe Riviera Maya
Alex, con cara de no disfrutar mucho
Día 6:
HoneyMooners y Cena con Tepanyaki
Una vez que las niñas conocieron el Bahía Scouts,
querían estar allí todo el rato, así que las dejamos para que pasaran el día
allí con sus amigos. Las llevaron a hacer snorkeling en la playa y a
interactuar con la fauna caribeña como iguanas, tucanes y otros. Ale y yo
aprovechamos para relajarnos en la playa del Akumal y comimos en el restaurante
del Akumal como dos recién casados.
Nuestros momentos de diversión en pareja…
Una comida romántica, vista al mar…
A media tarde, un Capuchino siempre viene bien.
Por la noche, teníamos reservada la cena en el
Mikado, restaurante japonés con show cooking muy entretenido. Lo mejor de todo:
el postre que era una Tempura de Helado de Chocolate.
Restaurante
Japonés del Grand Bahía Príncipe Riviera Maya
Día 7:
Birthday Party de Monkey y Cena en Dolce Vita
Disfrutamos una mañana de playa en familia en la
playita del Akumal. Por la tarde fuimos a la Birthday Party de Monkey donde les
hicieron piñata y tarta a los niños para celebrar el cumpleaños de una de las
mascotas del Mini Club.
Birthday Party de Monkey
Estuvimos en la piscina cercana al parque acuático
y disfrutamos del restaurante Oasis que es el de la piscina. Teníamos unas
mascotas que están por todo el Complejo y que a Val le asustaban porque cada
vez que se descuidaba le robaban la comida…
Animalillos graciosos y juguetones…
La cena, la reservamos en el Dolce Vita. La comida
estaba genial (yo pedí Pollo al Tartufo y Ale y las niñas Lasanga), pero
nuevamente el horario no nos ayudó y la pobre Victoria se quedó dormida sobre
el plato.
Restaurante Dolce Vita
Día 8:
Aprovechando al máximo el último día
Como había que aprovechar el último día al máximo,
nos fuimos un rato a la playa y luego a la piscina del Akumal, donde nos
divertimos pidiendo algunas bebidas en el bar que tienen dentro de la piscina.
Mañana de ver las especies marinas…
Sirenas en la piscina…
Por la tarde fuimos al parque acuático para que las
niñas disfrutaran antes de irnos. Comimos unos helados en la piscina y nos
preparamos para irnos de regreso a España.
Lamentablemente nada es para siempre, pero cuando
se disfruta de lo bueno siempre nos quedará el magnífico recuerdo y las ganas
de repetir las experiencias…
Cuando visitas China te das
cuenta de que el “Arroz Tres Delicias” y los “Rollitos de Primavera”, tal como
los conocemos en España, no existen en realidad dentro de la gastronomía china.
Los restaurantes chinos varían mucho el contenido de sus cartas, de acuerdo a
la región e incluso a la ciudad donde te encuentres. Por ejemplo, si vas a
Beijing, encontrarás que cocinan muchos platos asopados, con caldo y con
picante. En Shanghai, en cambio, suelen usar bastante picante también pero los
platos son más secos, al horno o fritos. El arroz lo comen blanco y como
acompañante del resto de platos.
Los Noodles,
protagonistas de la gastronomía china.
Si eres de los que se preocupa
por la comida cuando visitas lugares desconocidos, entonces deberías considerar
comer en el hotel (suponiendo que te quedes en un hotel con restaurante internacional)
o en las franquicias de restaurantes. En las principales ciudades como Beijing
o Shanghai encontrarás muchos de estos y no será mayor problema, aunque si
visitas ciudades del interior como Xi’an o Pingyao, te costará un poco más. Pero
no tienes de qué preocuparte porque la comida china es deliciosa y utilizan
muchos vegetales, sopas y verduras. Así que seguro vas a probar platos fabulosos
donde sea que te encuentres.
Manitas de cerdo al
wok.
Sólo procura comer en
establecimientos o en ferias de comida que no sean los puestos ambulantes que
verás por cualquier parte y céntrate en locales que cumplan con estas características
fundamentales:
1. Que
tengan la carta en inglés o con fotografías.
2. Que
tengan platos “buyao lade” (sin picante), si eres de los que no come picante.
3. Que
sean cadenas de comida.
Si la carta no tiene
fotografías, es más fácil si está en inglés.
Si no te gusta el
picante, asegúrate que tu plato sea “buyao lade”.
Si quieres probar algunas comidas
típicas, intenta con los “Dumplings” o los “Dim Sum” que suelen venir
acompañados de unas sopas con vegetales. También puedes probar noodles en todas
sus versiones.
Los maravillosos Dumplings.
Además, si vas a Xi'an y visitas
el barrio musulmán, puedes comprar un pan del tamaño de una torta de pueblo con
un sabor y textura únicos, por unos 5 yuanes.
Ahora bien, si eres de los más
aventureros y disfrutas probando sazón de todo el mundo, entonces habrás
llegado al lugar perfecto. Te sorprenderá descubrir ferias de comida
subterráneas como si se tratara de Charlie y la Fábrica de Chocolate, donde
encontrarás todo tipo de comida al atravesar una cortina de plástico. Exóticos
platos como “sangre coagulada, guisada y súper picante” o manitas de cerdo con
vegetales, hasta noodles con carne y verduras, arroz frito, dumplings o un
bocadillo en un pan estilo árabe.
Las comidas más
auténticas están detrás de esas cortinas…
Podrías ir a la calle Wanfujing y
atreverte con los pinchos de escorpiones moviéndose o los caballitos de mar
esperando a que los metan en la freidora. Esto no te causará tanta impresión
como el olor que te acompañará hasta que logres salir de ese largo callejón. Si
no te atreves con los insectos, también venden brochetas de frutas
caramelizadas, pinchos de carne/pollo, rollitos de primavera gigantes o postres
típicos.
Insectos a la carta.
Si hay algo que no te dejará
indiferente es entrar a un Carrefour. En la sección de pescadería, tienen unos
acuarios gigantes con todo tipo de peces, tortugas, anguilas, sapos, ranas pero
todo vivo (como una tienda de mascotas). La gente haciendo la compra,
selecciona el animal que le guste, lo pesa y se lo lleva a casa vivo para
cocinarlo.
Zona de carnicería/pescadería en Carrefour.
También tienes que fijarte muy
bien cuando compres dulces porque alguna bollería parece de chocolate, pero son
de una crema de alubias. Realmente saben muy bien, pero que no te sorprenda un
bocado esperando que sea chocolate, porque a chocolate no sabe.
También notarás que no suelen
comer lácteos. Generalmente las bebidas que parecen leche son de soja o bebidas
vegetales. Así que si eres de los que consume leche, te costará un poco
encontrarla o tendrás que estar dispuesto a pagar bastante más de lo que estás
acostumbrado, porque la que se consigue es cara.